POR: José Sobrevilla
Jueves 25 de abril de 2024
En la vida de los que han preguntado al presidente López Obrador durante las conferencias de prensa matutinas, ha habido de todo; sin embargo, un periodista “por herencia familiar” es la primera ocasión con Abelardo Martín Gómez, hijo del connotado periodista Abelardo Martín Miranda, quien al haber egresado en 2013 de la UNAM, cuenta con más de cuarenta años de experiencia en todos los ramos de la comunicación: desde miembro de la Junta de Gobierno de la desaparecida Agencia de Noticias Notimex; hasta las direcciones de Comunicación Social de las secretarías de Educación Pública; SAGARPA; Secretaría de Economía, Desarrollo Social, Instituto Federal Electoral, Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Confederación Nacional Campesina (CNC), Ferrocarriles Nacionales de México, Teléfonos de México (TELMEX), Senado de la República, entre otros.
En su búsqueda de ser testigo del final del sexenio de López Obrador, Abelardo Martín hijo, se acreditó en las conferencias mañaneras y comenzó a asistir en mayo 2023. Él, estudió producción audiovisual y por mucho tiempo se ha dedicado a la publicidad, “trabajé en televisión, radio, incluso haciendo fotografía publicitaria y documental durante muchos años”, y todo lo que ha aprendido de comunicación, reconoce, se lo debe a su señor padre.
También laboró para la agencia fotográfica “Cuarto Oscuro” con Pedro y Victoria Valtierra y se ha dedicado −desde hace 12 años− de tiempo completo a la producción informativa para Almomento.mx y otros portales que han creado. Martín Gómez comentó que −ante el presidente− ha tenido tres participaciones “La primera con el lago de Texcoco, “que es un tema que particularmente a mí me apasiona… Me llama la atención cómo este gobierno frenó esa obra faraónica que los gobiernos neoliberales tenían planeado socavar en detrimento del erario y del territorio nacional”.
Una segunda pregunta tuvo que ver con una grilla de Jalisco, “donde el clero local se inmiscuye en temas de competencia federal. Tenía que ver con temas de violencia y extorsión, grillando contra el presidente en una editorial de allá”.
Y la tercera tuvo que ver con el rescate de Interjet, la aerolínea, “que también es un tema muy interesante, que está detenido”. Reveló que ha estado investigando acerca de la infraestructura ferroviaria y quiere hacer una pregunta acerca del rescate de las concesiones que −asegura− fueron malbaratadas a las empresas, y quiere hacerla antes de que se termine este sexenio.
“Y si se me viene alguna otra oportunidad, otro tema, pues por supuesto que estaré atento”.
− ¿Cómo has observado la convivencia entre medios digitales y medios convencionales tradicionales?
Mi observación es contrastada porque puedo ver que hay periodistas independientes, que no nos queda otra que sostenemos con nuestros propios medios y “pues batallamos para cubrir los gastos, y aun así venimos a reportear y levantar testimonio diario del presidente.
Puedo ver también los medios corporativos que tienen una nómina y por supuesto una asignación. Podemos mencionar claramente el caso de Milenio, El Financiero o Radio Fórmula, entre muchos otros (…) Tanto unos como otros merecen mi reconocimiento por el esfuerzo diario que realizan.
Pero sí, por supuesto, que reconozco y valoro, además, a aquellos que no tienen el salario asegurado y sin embargo están aquí. Esto por amor, gusto y pasión por el periodismo”.
− ¿Consideras que hay preguntas pagadas o que hay una tendencia a manipular la respuesta del presidente?
Tiene que ver mucho con la sagacidad del periodista que lo plantee. Quiero argumentar que hay ciertos periodistas que no tienen un muy buen nivel, y puedo decirlo sin empacho.
Algunas reporteras que se dirigen al presidente sin ningún respeto “me parece una falta de acatamiento, más allá de los insultos al presidente, también una falta de respeto a la fuente presidencial, porque atentan contra nuestro tiempo, de quienes estamos dedicándonos aquí a trabajar, a recabar información.
Algunos (periodistas), “si no fuera por este este foro, ni en su casa los conocerían. Espero equivocarme, pero, realmente, sí hay preguntas tendenciosas. Claro que las hay. Menciono esta situación y pongo este ejemplo; por supuesto que, un poco para contrastar, el amplio rango de periodistas que hay en este foro.
Por supuesto que existen periodistas muy sagaces, como también los hay totalmente ausentes de esta sagacidad.
− ¿Qué opinión te merece el modelo de comunicación política que implementó López Obrador en esta Cuarta Transformación?
Pues sin duda rompió con el modelo neoliberal de la comunicación de Estado desde los últimos 36 años, aquí, entre nosotros, los periodistas, sabemos que sí había un amplio otorgamiento de presupuesto a los medios en general.
Un dato: en el último año de Peña Nieto se gastó algo así como 60 mil millones de pesos para medios, de los cuales Televisa se llevó una gran parte; lo mismo los medios corporativos como TV Azteca, entre otros. O sea, se habla de casi 100 mil millones de pesos en publicidad y en convenios, contratos para medios.
En la última parte del modelo neoliberal, se habla de una corrupción y de una perversión en la relación medios gobierno, ¿no? Ahora, el presidente lo ha enfatizado, de que el presupuesto que el gobierno le otorga es “poquito porque es bendito”.
El gobierno de Andrés Manuel, ha cambiado este modelo pervertido y lo ha centrado en informar diariamente, sin ningún tipo de intermediación como lo era antes. “Y en este sentido, yo si quisiera citar a mi padre porque, a lo largo de sus 50 años de profesión, habiendo estado tanto en la trinchera del periodismo como en la de las Secretarías de Estado, y al frente de las áreas de comunicación, me tocó platicarlo, aprender y escuchar.
El presidente ha dado un golpe de timón y en lugar de que, como en el modelo neoliberal, se otorgara presupuesto para que los medios corporativos hablaran de las acciones de gobierno en aquellas grandes campañas de Peña Nieto, cuando gobernador del Edomex, hablando −al cansancio− de carreteras a través de programas pagados en Televisa, pues no; ahora ya es el presidente y sus colegas, secretarios de Estado y gabinete, quienes están hablando de las acciones del gobierno aquí, en la mañanera.
Creo que AMLO es quien lleva la comunicación de Estado, al otro extremo. Porque en mi opinión −y con muchísimo respeto−, ha socavado también un poco la comunicación de las secretarías de Estado.
O sea, creo que también sería bueno escuchar, por ejemplo, a la Conagua, dar un reporte de la sequía extrema, desde la Conagua, informándonos cómo llevarla, cómo está el estado del agua en México, ¿no? Creo que se ha socavado un poco la posibilidad de que las secretarías de Estado informen cada una de las acciones.
Por ejemplo, ya no sabemos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, respecto a la infraestructura nacional de transporte. Ahora, con lo de los ferrocarriles, sería bueno que el secretario Nuño nos informará cómo va el rescate ferroviario.
Que la Secretaría de Educación nos informara directa y periódicamente sobre el estado de la educación en México, que es tema fundamental. Que la Secretaría de Economía informara sobre el dólar, y su relación con el peso (…) Creo que está bien que se haya cambiado el modelo, pero creo que también desgasta mucho al presidente y al gobierno, centralizar única y exclusivamente la comunicación en la mañanera, por el desgaste que conlleva, teniendo un arsenal de secretarios de Estado y pudiendo cada uno informar desde su propia Secretaría.
− ¿Qué opinión te merecen los momentos ríspidos cuando el presidente enfrenta a columnistas connotados, o a un Premio Pulitzer… ?
El presidente está en lo suyo y representa un modelo de gestión de Estado, no puede ser blandengue.
Andrés Manuel es una persona dura como un roble y así se tiene que sostener porque es el representante del proyecto de nación que él encabeza; de ninguna manera podría ser frágil como lo fue, por ejemplo, (Enrique) Peña Nieto, (Felipe) Calderón o (Vicente) Fox. Andrés Manuel es obviamente el representante de la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Es un personaje duro, que no lo puedes doblar, y creo que eso ha sido la experiencia que muchos periodistas hemos tenido aquí en la mañanera. Por ejemplo, el caso de Jorge Ramos, que desde hace algunos meses insistía que las “cifras y los muertos” y no sé qué… Y bueno, pues Andrés Manuel le dijo: mira primo hermano, tú no me vas a cambiar y yo no te voy a cambiar a ti. Así que −palabras más, palabras menos− (Obviamente no lo dijo así), sigue tu camino. Entonces aplaudo y celebro que Andrés Manuel sea duro.
Que se mantenga erguido, firme y duro como un roble en sus posturas y en sus ideas y en su proyecto. Gracias a ello hay un propósito sólido de nación; pero, por supuesto que tiene también un costo, pues es obviamente el contraste que hay, actualmente, ya estando a cinco meses de que termine este gobierno, hay un desgaste en la figura del presidente.
Existe gente que no lo tolera, que lo aborrece; y bueno, pues de ahí se agarra la oposición precisamente, pero es un personaje duro y no podía ser menos.
− ¿Consideras que este modelo de comunicación tenga impacto en las academias, en las escuelas de comunicación, ¿incluso en los propios medios corporativos?
Efectivamente, sí es un caso de estudio, pero de estudio fino y crítico. Definitivamente tiene que ser un caso que debería ser abordado en las universidades, porque como lo escucharon y lo platicamos hace un momento, vino a cambiar un modelo pervertido de comunicación que predominó durante el modelo neoliberal; en donde había un otorgamiento de presupuesto desmedido y como lo mencionábamos, el actual gobierno llevó al otro extremo el modelo de comunicación, al grado de centralizar la comunicación única y exclusivamente a la mañanera.
Nota: lo invitamos a ver el video anexo a esta entrevista.
