POR: José Sobrevilla
Jueves 11 de abril, 2024
Al ex candidato a la Secretaría General del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), con la planilla “Cambio y democracia y sindical” en el año 2000, y dirigente de la Coordinación Nacional de Electricistas, CNE, Jesús Navarrete Castellanos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo tiene “reinstalado”, después de haberles ganado una demanda de despido injustificado; sin embargo, la empresa que dirige Manuel Bartlett Díaz, violando los estatutos, y en connivencia con la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, después de más de seis meses no lo ha reinstalado en el mismo puesto (como marca la ley); tampoco le han pagado su sueldo, ni dado de alta al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para Navarrete Castellanos la maldición fue que el ex presidente Vicente Fox era muy amigo de Leonardo Rodríguez Alcaine, “La Güera Rodríguez”, hoy finado, quien fungía en aquellos momentos como secretario General del SUTERM, por lo que el “presichente” puso fin a los procesos legales del momento, la demanda, sin importar el daño que hacía a la base trabajadora del SUTERM, seguramente pagando algún favor a su aliado.
Desde que Rodríguez Alcaine llegó a la Secretaría General del SUTERM, en las sucesivas revisiones, los contratos de los electricistas fueron mutilados y sin tomarlos en cuenta; hasta llegó a rechazar en 1988 un aumento salarial de 34 por ciento, argumentando que los trabajadores de la CFE no lo necesitaban. Igualmente se perdieron “los ascensos por medio de los escalafones con el Convenio de Productividad, lesivo a los intereses de los trabajadores y los préstamos para automóviles, los de línea blanca y se retrasó para los préstamos para casa habitación”, consigna Lorena Navarrete Castellanos en “¿Contra un tigre de papel? Rebelión en el SUTERM por la defensa de la industria eléctrica nacionalizada y por la democracia sindical” (página 80, Editorial Prado).
Jesús Navarrete Castellanos.
De familia modesta, Jesús Navarrete nació un 29 de enero de 1954 en Venustiano Carranza, Puebla, justo cuando el municipio recién se había fundado (1951) y se tuvo que trasladar a la Ciudad de México porque, después de cursar la primaria en la escuela “Lic. José Vasconcelos”, él quiso continuar sus estudios, pero en el pueblo no había estudios de Secundaria, por lo que la cursó de 1969 a 1972 en la “Lic. Juan Fernández Albarrán” en el DF de entonces; una vez concluidos estos estudios ingresó al plantel Vallejo al Colegio de Ciencias y Humanidades, CCH, de 1973 a 1976; para después estudiar la carrera de Economía en la UNAM, titulándose con la tesis “Crisis y proceso de Agroindustrias en el Noreste”; y una vez obtenida esta licenciatura, cursó la maestría y una especialidad en energéticos.
Para sostenerse, desde su llegada a la capital del país, Jesús Navarrete trabajó en diferentes lugares, en talleres primero, luego en fábricas, y en la tarde o en la mañana según fuera el turno de trabajo, asistía a la escuela. “Cuando yo quería estudiar la maestría, buscaba aprender más sobre el neoliberalismo, lo que significaba, por qué se tomaba como una teoría que pudiera establecerse en la economía de los países. Entonces, cursé esa maestría porque su programa sí lo contemplaba”. Luego, −comentó en esta entrevista− su especialidad la realizó para conocer acerca de la cuestión eléctrica, en concordancia con su trabajo del momento.
La última fábrica donde trabajó fue en la General Electric, cuando formaba parte también del sindicato, sobre todo la Sección 49 del SUTERM en aquellos tiempos. Ello fue antes de entrar a la Comisión Federal de Electricidad, situación que se dio después de una huelga que hubo, en la que posteriormente fue colocado en oficinas nacionales de la CFE y, “ahí empecé a estudiar hasta que terminé mi carrera y me coloqué en mi escalafón de profesionistas”.
¿Qué edad tenías en aquellos tiempos?
Como 22 años. Ya cuando me despidieron llevaba 27 años trabajando.
¿Cómo ingresaste a la CFE?
Fue por un convenio que hicimos en esos tiempos con el secretario general del SUTERM que era Francisco Pérez Ríos, donde todos los compañeros que no pudieran entrar a la General Electric, se iban a colocar en diferentes áreas de la CFE. No todos se colocaron, pero sí como 300. Esto surgió por el movimiento huelguístico de 1974.
La última vez que lo despidieron ocupaba el cargo de “Analista Titulado” en el departamento de Contabilidad y es el puesto en el que debió ser reinstalado; sin embargo, ahora lo quieren ubicar en uno llamado “Contador Público”, que −asegura− no existe más en los escalafones. “Es increíble que la empresa misma, que sabe que no existe esa plaza, quiera instalarme en ella, ¿por qué?, porque es menos el salario, y para cuando me liquiden quieren pagarme menos de lo que realmente tengo derecho”.
Lo invitamos a ver el video anexo y conozca las vicisitudes de este líder obrero el cual se encuentra secuestrado en las trampas legales de un sistema político-laboral que no termina de irse y otro que no acaba de llegar.
