CUARTO DE PLANA
HÉCTOR RAMOS
Qué leemos y vemos en los diferentes medios de prensa escrita nacional que no sea un ataque constante al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobierno que representa. Un indicador que también lo escuchamos en prácticamente todas las estaciones de radio y canales de televisión por parte de los conductores, comentaristas y analistas políticos.
Aseveraciones que van desde la descalificación por sus acciones, al odio, como no se veía en los últimos años y menos contra un presidente de la República, con un alto nivel de violencia que además genera desinformación y confunde a la población por la penetración q ue logra el poder los medios de comunicación.
Se han escuchado expresiones verdaderamente graves y ofensivas como el “si pudiera regresar a la época de la inquisición, yo colgaba, bueno no colgaba, quemaba a cada uno de los morenistas en el Zócalo capitalino”, dijo a López Dóriga el escritor Francisco Martín Moreno; o de Vicente Fox subiendo un twiter con la imagen de una camioneta con el mensaje sobre puesto de “estilización para perros, gatos y fans de AMLO”. Una de las últimas voces ofensivas son las que grito una mujer senecta asistente a la marcha en “defensa” del INE que gritó en
referencia al presidente de México: indio de Macuspana pata rajada”.
En estos ataques se engloban a todas y todos los seguidores de la 4ta transformación y tienen como fijación que son flojos, analfabetas y que no trabajan.
Esta embestida contra el presidente y su gobierno por mucho ha superado las expectativas si se toma en cuenta que la mayoría de estos programas noticiosos donde se editorializa la información, más los programas de análisis y las comunas y artículos en medios impresos “nacionales” se replican en casi todos los estados de la república mexicana. Tan es así que no se conoce una medición certera estadísticamente hablando del ataque mediático al presidente.
Sin embargo, la organización Artículo 19 “contabilizó en los tres primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador mil 945 ataques a la prensa, es decir de diciembre de 2018 a 2021, desde la Presidencia, los ataques a periodistas aumentaron 85 por ciento” dice.
Pero además dice que los medios no enfrentan al presidente, que es totalmente al revés, es el presidente quien los enfrenta, “un episodio que nunca había pasado en México, porque el método que se utilizaba antes era totalmente diferente, se les mandaba a callar bajo la advertencia que podrían perder su concesión radiofónica o televisa según el caso”.
Por lo tanto, se asume que había un control de medios como ya no hay ahora, con lo que se estaría justificando las descalificaciones hacia el mandatario que quitó el veto de la censura y que lejos de verse beneficiado, ha recibido un ataque diario, a todas horas, lo que permite afirmar que los medios con sus articulistas, columnistas, analistas y conductores de radio y televisión, estaban mejor callados, censurados, cerrando los ojos antes el defalco, saqueo y corrupción del antiguo régimen pero con dinero en los bolsillos.
Para nadie es desconocido los privilegios que tenían antes los medios sobre todo lo que recibían en publicidad, tanto las empresas periodísticas como periodistas, que ganaban más de 1 millón de pesos mensuales y hoy es entendible que estén enojados: se les acabó el negocio que deja el poder de la información.
No es un caso nuevo en este espacio, Andrés Manuel nunca ha necesitado de los medios de comunicación ni de sus voceros, lo hemos comentado, lo constató cuando sintió el poder de los medios en sus aspiraciones, primero para gobernador de su natal Tabasco y luego como aspirante a presidente de México en dos ocasiones en que surtieron efecto los ataques mediáticos.
Pese a todo ganó la presidencia de la República en 2018, no por los medios, si por los 30 millones de votos que obtuvo.
