Por Raúl Martiarena Ruiz
Son alrededor de 12 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, de los cuales, un millón son mexiquenses. Todos, visiblemente invisibles, pero que con su presencia en el territorio nacional y su empoderamiento en la Unión Americana tienen la posibilidad de cambiar el rumbo en el Estado de México si fueran seducidos adecuadamente para participar en las elecciones del próximo 4 de junio en esa entidad, la cual ha sido gobernada por más de 90 años por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Con una simple mirada hacia los mexicanos que de manera legal e ilegal han migrado hacia Estados Unidos podríamos entender la capacidad de respuesta y de cambio que pueden ejercer este año sobre México.
Y es que tan solo en 2022, la presencia de los residentes nacionales en Estados Unidos representó para México 58 mil 500 millones de pesos en el envío de remesas, que según datos del Banco de México (Banxico), registró un aumento de 13.4%.
Lo también visiblemente invisible es la ausencia de una estrategia de comunicación por parte de los actores políticos que participarán en este proceso de cambio que permita acercar a los “paisanos” en las elecciones del próximo año en el Estado de México.
Ninguno de los partidos -PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y Morena con sus aliados el PT y el PVEM-, ni sus actores políticos han entendido que los residentes en el extranjero son un motor de cambio y crecimiento.
No han logrado entender las cifras del Pew Hispanic Center, la cuales refieren que en 2008 el número de personas de origen mexicano que reside en Estados Unidos ascendió a 30.7 millones, de los cuales 11.8 son nacidos en México y el resto nacidos en aquel país.
Peor aún, no han logrado entender que 200 mil votos, que puede representar cerca de 2% de la votación, puede ofrecerle a un partido el triunfo, sobre todo en una contienda tan cerrada como la que se espera en el Estado de México, último bastión del priismo.
Una nueva mirada por la democracia
En la actualidad, las personas nacidas en México que residen en el vecino país del Norte son relativamente jóvenes; su edad promedio es de 35 años, refiere un documento de trabajo elaborado en 2011 por BBVA Research.
Según la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF), actualmente la mayor emigración se ha observado en jóvenes entre los 20 y 29 años de edad.
Los datos son borrosos sobre los perfiles de los mexicanos en Estados Unidos y sus tendencias. Las instituciones encargadas como Conapo, el INE, por citar algunas, no logran cuantificar este segmento de la población con capacidad de cambio.
El ejercicio más cercano que permitió cuantificar la presencia de los mexicanos que viven en Estados Unidos es el resultado que se obtuvo de la votación en el Proceso Electoral Federal 2017-2018. Los datos del Instituto Nacional Electoral (INE) refieren que en ese ejercicio 181,873 ciudadanos residentes en el extranjero se inscribieron para votar en las elecciones de 2018 , periodo en el en las que el triunfo lo obtuvo el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Del total de inscritos, 81,232 fueron mujeres; es decir, 44.66%, y 100,641 fueron hombres, 55.34%.
Según el INE se recibieron un total de 98,470 votos para Presidencia de la República, lo que representó un 54.14% de participación.
De la misma manera se recibieron un total de 98,742 votos que permitieron renovar el Senado de la República y que representó 54.29% de participación.
Las circunstancias actuales no son las que se vivieron en 2018. Hoy, la moneda está en al aire, pero los mexiquenses son claros y contundentes, porque se convertirán en el fiel de la balanza.
Los mexiquenses se saben inteligentes y tienen claro que su participación en la elección de Estado de México es decisiva. Ellos tienen claro que participaran en la decisión para cambiar al gobernador y el rumbo de su entidad.
Los datos del INE dejan claro que a los mexiquenses residentes en Estados Unidos les interesa participar en las elecciones para la gubernatura, no en otros ejercicios electorales como la tan “cacaraqueada” y fallida Revocación de Mandato 2022.
Una simple mirada los demuestra. Para ese ejercicio, 17,809 ciudadanos fueron inscritos para votar desde el extranjero, de los cuales, solo votaron 8,287 mexiquense., su respuesta es clara: Van por la gubernatura.
Hoy quienes aspiren a la gubernatura del Estado de México deben entender que municipios como Nezahualcóyotl ya no es el de los años 80, donde un presidente priista, Miguel de la Madrid Hurtado erigió largas fachadas “coloniales” para ocultar a la mirada de los extranjeros que asistieron al mundial de futbol 1986 y que visitaron el Estadio Neza 86, que por cierto ha quedado en el olvido para luego dejarla en el olvido, la pobreza y la corrupción de un país en ruinas, luego de los sismos de 1985.
Hoy, tan solo Nezahualcóyotl tiene la capacidad de aportar 200 mil votos, es decir el 2% de la votación, pero parece que nadie los ve.
Los actores políticos no deben perder de vista que los migrantes brotan de todos los estados de la República Mexicana, pero la mayor proporción es originaria de unos cuantos: Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, y Zacatecas que agrupan a 45% del total de migrantes en Estados Unidos.
Sobre todo, los partidos deben de tener en su puño una estrategia de comunicación y empoderamientos para aquellos mexicanos que quieren acabar con el pasado.
