- Acusó que guerra entre Rusia y Ucrania es azuzada por la industria bélica
- Reclamó al organismo internacional adoptar una actitud de “ineficacia política, que la deja en un papel meramente ornamental
Redacción
Ciudad de México, viernes 16 de septiembre del 2022.- El Presidente y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas del País, Andrés Manuel López Obrador informó que el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón llevará próximamente a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, su propuesta para la creación de un comité de diálogo para terminar con la invasión de Rusia a Ucrania, y establecer una tregua mínima de cinco años.
Durante el discurso previo a la parada militar conmemorativa por el Bi Centésimo Décimo segundo aniversario del inicio de la gesta de independencia, el Primer Mandatario acusó que esta confrontación armada está siendo alentada por la industria bélica mundial.
“La invasión de Rusia a Ucrania es sin duda reprobable, y aprovecho para refrendar que los mexicanos no aceptamos ninguna intervención extranjera porque hemos sido víctimas de cinco de esas grandes calamidades: una, con varios intentos de reconquista, de España; dos de Francia y dos de Estados Unidos de América; esas invasiones nos han costado sangre, martirio y territorio”, argumentó.
Recordó que su propuesta será en favor de la paz entre todas las naciones, y para dedicar tiempo enfrentar los problemas económicos y sociales del mundo, a fin de revertir los efectos de la inflación.
Se trata, dijo, de atender “los grandes y graves problemas económicos y sociales que aquejan y atormentan a los pueblos” porque “sin paz no habrá crecimiento económico ni mucho menos justicia”.
La iniciativa incluye la suspensión inmediata de acciones y provocaciones militares, así como de pruebas nucleares y de misiles; establece el compromiso de todos los Estados de evitar enfrentamientos y no intervenir en conflictos internos, así como la creación de un comité de fomento del diálogo entre los Presidentes de Rusia, Vladímir Putin y de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Sugirió que podrían fungir como posibles mediadores, si así lo aceptan, el papa Francisco, el Primer Ministro de India, Narendra Modi y el Secretario General de la ONU, António Guterres.
“Ojalá y tengamos éxito con esta iniciativa, pero, aunque suceda lo que suceda, nunca será en vano luchar por la justicia y por la paz”, expresó.
El mandatario reafirmó su postura de rechazo a la guerra y a las intervenciones extranjeras.
“La política es el único instrumento que tenemos para evitar la guerra, sin embargo, grupos de interés, situados en posiciones de poder gubernamental o económico, se esmeran en conducir la política hacia el conflicto armado. Una vez cometido ese error, en lugar de remendarlo, optan por profundizarlo, sin que les importe el sufrimiento que infligen a la humanidad”, comentó.
Condenó el inicio del enfrentamiento y el daño que causan a la estabilidad de las naciones y el bienestar de la sociedad, así como las acciones adoptadas por potencias mundiales, como el envío de armas y la aplicación de sanciones a Rusia.
“La ONU permanece inactiva, presa de un formalismo y una ineficacia política que la deja en un papel meramente ornamental. Más reprobable aún es el proceder de las grandes potencias que, de manera explícita o silenciosa, que se posicionan ante el conflicto sólo para servir a sus intereses hegemónicos”, precisó.
Resaltó que ante este tipo de comportamientos es imposible no sospechar “aunque parezca perverso, increíble”, que este conflicto, como muchos otros, “está haciendo asustada por los intereses de la industria bélica”.
Recriminó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) negar la integración de Ucrania a este organismo, pero, al mismo tiempo, dotarlo de armas, lo cual sólo agravó el conflicto y provocó más sufrimiento de la población de los países en conflicto.
También aprovechó para refrendar el rechazo de los mexicanos a las intervenciones extranjeras, y llamó a los políticos y gobernantes a enmendar sus errores, pues el conflicto ha trascendido hasta convertirse en un atentado a los derechos humanos, sociales, políticos y económicos de la población.
