- Por José Sobrevilla
LordMoléculaOficial
El viernes 7 de julio, el periodista Juan Hernández, del Diario Basta, preguntó al presidente si en esta nueva encomienda que tiene Luisa María Alcalde, como secretaria de Gobernación, está la revisión de las concesiones otorgadas para televisión y radio (…) sobre todo porque no sabía si algunas de estas concesiones estaban actuando en contra de los intereses de México, es decir (…) algunas que fueron otorgadas en los sexenios pasados y se encuentran a punto de vencerse. “¿Cómo se está trabajando? y si alguno de estos concesionarios de radio y televisión significan un riesgo para la transformación de México…”
Sin dudarlo, el ejecutivo le respondió que no iban a modificar ninguna concesión y, “si se vencen las concesiones, se van a renovar, no vamos a cambiar reglas en lo que tiene que ver con concesiones de radio, de televisión. Lo que estamos haciendo es apoyando mucho a las radios comunitarias para que tengan sus permisos, porque hacen una labor social importante, pero las concesiones a las cadenas de televisión, de radio, están garantizadas, no va a haber ningún problema, aunque le suban de volumen, ningún problema. No vamos a cometer ningún acto que atente contra la libertad de expresión, de manifestación, aunque se excedan, porque, la verdad, tenemos nuestro ángel de la guarda, que es el pueblo, que nos ayuda mucho”.
Dijo que fue muy importante el llevar a cabo por años, por décadas, un trabajo de concientización. “Actuamos como predicadores, fuimos a todos los pueblos de México, a todas las plazas. Les puedo decir que conozco más que nadie, ya no hablemos de los municipios, las gasolineras o gasolinerías —como se les quiera llamar— de este país. Ahí —aunque estaba prohibido; que no se usara al agua para quitarse el sudor— ahí me cambiaba de ropa, porque terminaba yo un acto empapado, ya sea por la lluvia, por el sudor, y teníamos que ir a otro y nos parábamos ahí.
Las fondas, un día les voy a hablar de los lugares, de los sitios en donde se come mejor. No son lugares de lujo, no, fondas, donde se ofrece alimentos bien hechos, con buena sazón, comida suculenta, limpios. Lo mismo hoteles. Me que quedado a dormir en los pueblos más apartados de México. Todo eso nos fue acercando a la gente, tenemos una relación afectuosa, cariñosa, amorosa. Cuando hablo de que amor con amor se paga, pues es eso (…)
“…Yo pienso que poco a poco los medios tienen que ir autolimitándose, poco a poco, es un proceso. Es que también, imagínense, llegaron a la cima, ponían y quitaban a gobernantes. Qué cuarto poder ni que nada, eran el poder de los poderes, formaban parte de la oligarquía que mandaba en México.
Entonces, todo esto ha ido cambiando y también ellos han ido cambiando. Esto que digo de Televisa no es todo Televisa, ya ha habido cambios en esa televisora, antes estaba peor. Lo que queda ahí de Televisa es este segmento que lo usan para golpear, y se lavan las manos como Poncio Pilatos los dueños con el estribillo de que la nota es la nota y de que tienen que garantizar la libertad que tienen los comentaristas y que no los pueden censurar; pues claro que no los deben de censurar.
Hay dos formas de equilibrar:
Una, que inviten a otros, porque está muy ladeado su programa este, ¿cómo se llama?, Tercer Grado, todos en contra de nosotros, no hay equilibrio, siempre es paliza, como el béisbol, o goliza. Esa es una. Y la otra, pues un código de ética, respeto, no dar a conocer algo que no tiene sustento, si no hay pruebas, porque es calumnia, difamación.
Pero poco a poco, estoy seguro, van a irse autolimitando. Además, es porque les conviene; si no, pierden credibilidad.
