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EL FIN DE LA GUERRA

Un referéndum histórico: Zelensky

•          Ucrania nunca se aliará a la OTAN

•          Humanitarismo y el cese al fuego

•          Viene reunión del Club Bilderberg

COSA DE PRENSA

Javier Rodríguez Lozano

Ciudad de México, miércoles 23 de marzo de 2022.- El fin de la guerra en Ucrania pasa por dos escenarios muy complejos, pero no imposibles: La retirada de las tropas rusas a cambio de una reforma constitucional que impida a Ucrania aliarse a la Organización del Tratado Atlántico Norte, la OTAN, en referéndum calificado de antemano por el presidente Zelensky como “histórico”.

Ese es el punto en el que están atoradas las negociaciones de paz entre la Federación Rusa y el estado soberano de Ucrania, y la solución podría ser un referéndum al que convocará el presidente Volodymyr Zelensky, en el que se preguntará al pueblo ucranio esas dos cuestiones: Cese al fuego a cambio de renunciar a la OTÁN. 

El periódico ruso Kommersant difundió ayer que el presidente Zelensky había hecho unas “fuertes declaraciones”, en el sentido que de “el destino de los posibles acuerdos con Rusia tendría que decidirse en un referéndum”.

El Servicio de Prensa del Kremlin se abstuvo de comentar, citó el cotidiano, pero reveló en otra información dada a conocer por la televisión francesa, procedente del Palacio del Elíseo, sobre una conversación telefónica entre los presidentes Emmanuel Macrón y Vladimir Putin. 

El secretario de prensa del presidente de Rusia, Dmitry Peskov, al comentar sobre las negociaciones del pasado 21 de marzo, dijo que hasta ahora “no se ha logrado ningún progreso significativo”, pero respecto a la conversación de ayer, dijo el jefe de prensa ruso que, “las partes están discutiendo la provisión de corredores humanitarios y las condiciones para el cese de hostilidades”.

Lo anterior es el dato duro, informado por la prensa rusa, lo que sigue es el dato blando, el de la otra prensa, la occidental, que mira el vaso con agua a la mitad, medio vacío, en lugar de medio lleno, como es la realidad.

En distintos despachos “solo para suscriptores”, gracias a lo cual la gran mayoría de lectores hispanoamericanos ni nos enteramos, el diario El País publica un artículo de opinión de Melba Escobar, titulado “Estás cancelada” y que se refiere al acto cibernético de aniquilar a alguien. Lo explica:

“En este acto de aniquilar a quien sea poniéndole ‘mute’ como si fuera un aparato más que nos pertenece, estamos implícitamente declarando nuestra manera de pensar como la única justificada, la única con derecho a existir, la única válida.

Hace algunos meses, después de un altercado, una persona me escribió por el chat: “Estás cancelada”. Casi tuve la pulsión de tocarme para asegurarme de que todavía estaba ahí. Recordé un capítulo de Black Mirror donde al cancelar a una persona, se la vuelve invisible. Sin duda, la idea de cancelar a otros me resulta más propia de una realidad distópica que la de vida real. Aunque, para ser francos, cada vez resulta más difícil trazar una línea entre lo uno y lo otro…”

Esto es justo lo que está ocurriendo con la guerra de la desinformación en Occidente y Centroeuropa-Asia, donde la prensa se cancela a sí misma.

Fabrice Pothier, “informa” en otro artículo, que “la OTAN puede ayudar a Ucrania a ganar sin entrar en el conflicto armado”, y lo explica:

“La Alianza tiene la opción de tomar una serie de decisiones no exentas de riesgo, pero sin que supongan una implicación militar directa. Hacer demasiado poco presenta el riesgo de unos ucranios subyugados y un Putin listo para su próximo movimiento revanchista”.

Eso no es posible; lo que sí es posible es lo siguiente: “La Alianza del Atlántico Norte se creó con dos propósitos básicos: evitar una gran guerra en Europa y, en caso de que esto fracasara, gestionar la escalada. Lamentablemente, con la guerra de Ucrania, ha fracasado en ambos aspectos”.

El fundamentalismo no escapa al escrutinio. Cristina Manzano escribe: “Ocupada en salvar almas de la supuesta degradación occidental, la Iglesia ortodoxa rusa no está ahora por la labor de contribuir a salvar vidas”, y relata:

“La flamante catedral de las Fuerzas Armadas de Moscú es el símbolo perfecto de la esquizofrénica Rusia de Putin. El tercer mayor templo ortodoxo del mundo, inaugurado en 2020, conmemora las grandes gestas militares rusas ―incluidas Georgia, Siria y Crimea―. En su exaltación nacionalista, un mosaico retrataba a Stalin ―implacable represor de la Iglesia―; otro al propio Putin. La polémica hizo que hubiera que retirarlos. La simbiosis entre Dios y las armas, habitual a lo largo de la historia, es completamente…”

Pero una verdadera “papa caliente” que sobrevivirá a la guerra en Ucrania es el tema que aborda Andrea Rizzi con el encabezado: “De las ‘armas biológicas’ a la Ucrania ‘pronazi’: Cómo Putin intenta justificar la guerra”.

En este análisis, dice el periódico EL PAÍS, indaga en el relato que el líder ruso intenta construir sobre el conflicto y cómo encaja con la realidad.

LA COSA ES QUE…

Los amos del mundo fracasaron con el virus, y con la guerra en Ucrania buscan mayor empobrecimiento mundial, para poder dar entrada al “Reseteo Global”, del Foro Económico Mundial de Davos, después del cual “nadie será dueño de nada”.

Y a propósito, ya viene el mes de mayo -cuando como desde 1954 y excepto en 1976 cuando el príncipe de Holanda fuera descubierto vendiendo armas y 2020 y 2021 por la pandemia en que se suspendieran- en este mes se reúnen las 130 mujeres y los hombres más ricos del mundo en el Club Bilderberg, para deliberar dos temas que dejaron pendientes en su reunión de 2019 y 2022 y por ese descuido ya les pasó factura: Rusia y China.

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