Paga mafia a Loret 2.5 millones mes
• Que sepan que no me voy a dejar
• Porque “el que se aflige, se afloja”
• Transparentar recibos y facturas
Javier Rodríguez Lozano
Ciudad de México martes 15 de febrero de 2022.- “No, el conservadurismo es siniestro, es de ¡ay, nanita!”.
La mafia del poder paga dos millones 500 mil pesos mensuales a Carlos Loret de Mola para atacar al Presidente de la República y a su meta de transformar al país, acusó el Primer Mandatario.
“Y que sepan que yo no me voy a dejar. El que se aflige, se afloja”, metafórica advertencia.
Millones y millones de personas aún no se dan cuenta, todavía no se enteran y será difícil, si no hasta imposible, que los grandes medios de comunicación lo digan, pero el Presidente Andrés Manuel López Obrador hace historia con expresiones como esas.
Con la del “coco” contextualizaría aquel triste recuerdo de exhibir durante 10 días la cabeza de Miguel Hidalgo, El Padre de la Patria, en una plaza pública de Guanajuato, aquel estado que Carlos Salinas de Gortari regalara en 1991 con fraude electoral a Ramón Aguirre Velázquez, convertido hoy por el conservadurismo en imperio del crimen organizado.
En la mañanera de este lunes, fueron más de ocho mil palabras las que dedicó el Jefe de las Instituciones a otro tema, también, tristemente célebre, denominado “Todos somos Loret”, al que se alinearon algunas personas y que sirve al Mandatario de espléndida oportunidad para endurecer, digámoslo de este modo, su “cotidiana liturgia contra la corrupción y la impunidad”, algo nunca antes visto a ningún Presidente de México.
La pregunta de la reportera buscaba defender al nieto de don Carlos, aquel gobernador yucateco que perdiera la vida, al parecer también por enrarecer el ejercicio periodístico, pero esa es otra historia, sin embargo, lo que hizo fue despertar la memoria histórica:
“Yo no sé por qué se alebrestaron, se incomodaron tanto, porque señalé aquí una información que me hicieron llegar sobre lo que gana Loret de Mola”.
“Imagínense, cómo no dar a conocer esta información si este señor se dedica a golpear, no sólo al gobierno, no sólo al Presidente, sino al proyecto de transformación que estamos llevando a cabo millones de mexicanos, para acabar con el principal problema de México: la corrupción”.
Redefinió:
“Entonces, no es conmigo, obviamente tampoco son mis hijos, es una reacción conservadora, golpista, en contra de que se lleve a cabo un verdadero cambio en el país”.
“Y esto no se conocía porque, además de que saqueaban y robaban, no perdían ni siquiera su respetabilidad, se hacían pasar como gente decente, gente de bien, incluso con ínfulas de superioridad, por eso sus actitudes clasistas, racistas, discriminatorias”.
Más adelante, el Presidente se refirió a “los grandes ladrones (que) ni siquiera perdían su respetabilidad”, y ponderaría:
“Miren cómo dejaron el país, saquearon. Nunca en la historia de México habían robado tanto los llamados hombres de negocios asociados con gobernantes y con dueños de medios de información apoyados por periodistas”.
Es una historia que se repite, dijo, cada vez que se busca una transformación, “el conservadurismo corrupto, inmoral, se lanza en contra de los que buscan la transformación y la defensa del pueblo”.
Y relata que eso mismo hicieron con Madero, Pino Suárez, también con nefasto papel de la prensa; habló de José Clemente Orozco y Porfirio Díaz, para reiterar su hoja de ruta:
“No llegamos aquí para que continúe lo mismo, no es más de lo mismo. No somos Fox… Nada, fue lo mismo… y siguieron con la misma política económica, la misma política de saqueo”.
Sobre Loret, dijo:
“Miren esto. ¿Lo sabía la gente? ¿Lo sabía el pueblo de México de que ese señor tiene ingresos como periodista por 35 millones de pesos al año, dos millones y medio de pesos al mes? ¿Quién gana eso?
“Un científico, un intelectual, el Presidente gana… ¿Cuánto es, haciendo la cuenta?, pues 10 veces menos”.
“¿Y por qué gana tanto ese señor?
“Porque le pagan los de la mafia del poder para atacarme, debilitarnos y que regrese el mismo régimen de corrupción”.
“Yo hasta celebro, la verdad, me dio gusto de que echaron a andar un mensaje o promovieron un mensaje”.
Subrayaría:
“TodosSomosLoret’. Imagínense, se me cae la cara de pena, de vergüenza, ‘TodosSomosLoret”.
Estimó afortunado que no son muchos, “porque hay unos muy vivillos que ahí andan todavía ensarapados, pero otros que ya sabemos ¿no? desde hace tiempo han mostrado lo que son, que tampoco debe de avergonzarlos, son conservadores, lo importante que ahora ya se están quitando la máscara, porque engañaron durante muchísimo tiempo de que eran liberales, independientes, de la sociedad civil, y ahora ya todos son Loret. Digo, no todos, afortunadamente”.
Nosotros -humildes y limitados, pero periodistas- creemos que la gran prensa en México y el mundo nunca perderá una campaña de descrédito contra algo o alguien, pero la paradoja es que también pensamos que ella misma es el mejor combustible para un luchador social de las características de Andrés Manuel López Obrador.
Más adelante el Mandatario diría algo que le define todavía mejor:
“Entonces, son las dos cosas y esto es muy importante porque nos vamos definiendo.
Y que sepan que yo no me voy a dejar. El que se aflige, se afloja. Tenemos que seguir defendiendo la Cuarta Transformación”.
Anunció que pedirá el Instituto de la Transparencia que se investigue sobre los recibos y las facturas de Loret, lo cual fue cuestionado por la reportera al alegar que De Mola no es funcionario, sino un civil, lo que el Ejecutivo Federal aclaró diciendo que lo público debe ser público.
“No, todos estos medios tienen que ver con lo público, todos, son entidades de interés público, son concesiones que otorga el Estado”.
¡Esquina, bajan!
Y diría más, muchísimo más el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hasta aquí lo dejamos; un capítulo más para la historia de la Cuarta Transformación.
