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AGUIJONAZO

Al mundo: No se hagan ilusiones

•          El litio se va a quedar en México

•          Acierta al blanco el justiciero social

•          La otra cara de la guerra energética

COSA DE PRENSA

Javier Rodríguez Lozano

Ciudad de México, miércoles 09 de febrero de 2022.- Después de olfatear la voracidad del mundo por nuestro “oro blanco”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador advertiría: “No se hagan ilusiones, el litio se va a quedar en México”.

Este lunes 7, el periódico portavoz del Club Bilderberg, los amos del dinero y del mundo, el español El País, haría un pormenorizado recuento de la importancia del litio y del nuevo poder que América Latina tiene en sus manos, siempre que lo sepa aprovechar: Chile, Argentina, Bolivia, Perú y México.

Al ponderar el pandémico infortunio económico de la región y el chance que tiene para resarcirse, el informativo hispano contemplaría:

“El litio representa esta oportunidad (mejorar sus expectativas). Mineral con alta conductividad eléctrica, el litio es elemental para producir las baterías que permitirán al mundo cortar la dependencia a los combustibles fósiles y migrar a energías renovables más limpias”.

El 25 de octubre pasado, el Mandatario diría que el litio debe quedar bajo el dominio de la Nación, “no se dejará al mercado”.

Y advirtió a los empresarios: “No piensen que con un amparo o comprando diputados, se van a quedar con el litio… Este mineral no será puesto al mercado, porque debe estar bajo el dominio de la Nación”.

En un aguijonazo seco a diputados que solían caer bajo el influjo de los billetes del cabildeo cameral, de triste celebridad en los viejos regímenes, el Jefe del Ejecutivo postularía entonces:

“El litio es un mineral estratégico que debe quedar bajo el dominio de la Nación. Como dicen los rumorólogos, sé de muy buena fuente que les importa mucho el litio a quienes actúan como hegemonías, y nosotros no podemos dejar ese mineral estratégico al mercado”.

Diría también que México sabe cómo lo va a explotar: “Va a depender de la aprobación de la ley eléctrica y también decirles que a los que se ven frotando las manos, que no va a ser fácil que se apoderen del litio.

“A mí me quedan todavía como tres años y si hay un acto de traición, que no se apruebe la reforma (…), vamos a buscar otras opciones”.

Más adelante, el 21 de diciembre siguiente, publicaría la revista Forbes: “Tenemos plan B para el litio: AMLO”, y en su información, el redactor Efraín Mariano, subrayaría:

“Si los legisladores deciden actuar en contra de esta iniciativa que es, no voy a decir que antipatriota, pero sí contraria al interés nacional. Sí tenemos nosotros ya para este caso del litio un plan B. No se hagan ilusiones con el litio, porque va a quedar en México”.

Y reiteraría que no entregarán concesiones ni contratos para su explotación.

El 2 de febrero pasado, el Ejecutivo Federal informaría que se creará una empresa de la Nación para la explotación del litio, y aclaró dudas:

“No queremos, además, ser territorio de conflicto entre potencias, ni Rusia, ni China, ni Estados Unidos; México, nuestra soberanía”.

“No es nada más que se tiene una concesión de minería y de repente se hace una operación en el extranjero, y ya el litio mexicano pasa a formar parte de los inventarios de una empresa o un gobierno extranjero”.

Y si al Presidente Joe Biden todavía no le cae el veinte sobre el significado de las declaraciones de su Embajador Ken Salazar, con respecto a que México debe tener una Reforma Energética, el Presidente López Obrador aludió sin mencionarlo nunca, al líder de la primera potencia mundial del tercer milenio, China, el también Presidente del Partido Comunista, Xi Jimping.

Diría:

“La empresa china Ganfeng Lithium no podrá explotar el litio en Bacanora, Sonora… Ese mineral es de la nación… El litio, para que se entienda bien, es de la nación; no es ni siquiera del Gobierno ni del Estado, el litio es del pueblo y de la Nación mexicana”.

En ese contexto, el periódico vocero del Gobierno Global, el español El País, hizo con su periodista asignada a la redacción México, un extenso reportaje, con el encabezado:

“La fiebre del litio despierta los nacionalismos en América Latina”, y destaca que: “Los Estados han multiplicado los esfuerzos para controlar la extracción del llamado ‘oro blanco’ y se habla de la creación de una organización de productores al estilo de la OPEP en la región”.

Lectura imperdible que la clase política debe tomar como cátedra en Geopolítica, para ayudarse a entender la otra cara de la guerra energética mundial, más allá del petróleo, y la necesidad de la Reforma Energética mexicana.

 Dijo ese periódico global:

“Las perspectivas económicas para América Latina no son estelares. Antes de que la covid-19 azotara, la región ya perdía inercia y organismos multilaterales y analistas advertían que los países tendrían que cambiar sus políticas para impulsar el desarrollo. El litio representa esta oportunidad. Mineral con alta conductividad eléctrica, el litio es elemental para producir las baterías que permitirán al mundo cortar la dependencia a los combustibles fósiles y migrar a energías renovables más limpias. Bolivia tiene las reservas más grandes del mundo. Junto con Argentina y Chile, el “triángulo” conforma el 63% de las reservas en el planeta. Perú y México agregan casi tres millones de toneladas más. El litio es, para los grandes capitales, la estrella más brillante en el mapa latinoamericano”.

Y de su pormenorizado recuento, destaca el que nos atañe a nosotros. Dice:

“El 1 de febrero, Chile tomó un paso inicial hacia la nacionalización de algunas de las minas de cobre y litio más grandes del mundo, cuando el Congreso aprobó en primera instancia una propuesta para darle el control al Estado”.

En México, agrega el informe, en donde las reservas tienen el potencial de ser mayores a los 1,7 millones de toneladas que el Servicio Geológico de Estados Unidos contabiliza, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto algo similar.

“Como parte de una iniciativa de ley para reformar el sector energético, López Obrador planea nacionalizar el litio y crear una institución del Estado a cargo de su procesamiento.

A diferencia de Chile, en México la producción de litio se ha limitado a un sólo contrato con una empresa china, la cual, hasta la fecha, no ha extraído ni un gramo de carbonato de litio.

“Expertos apuntan a que el Gobierno no tiene los recursos para abrir semejante empresa del Estado. México se encuentra, por lo tanto, en otro tipo de limbo”.

LA COSA ES QUE…

Es inevitable detectar las manipulaciones del periódico vocero del poder económico mundial, El País, como cuando se refiere a la empresa china que no ha extraído “ni un gramo de carbonato de litio”.

O que México no tiene dinero para la empresa que anuncia.

No es más que la preocupación del mundo con las acciones de justicia social que ha emprendido el tabasqueño que trabaja como Presidente del país.

¿Deveras, México se encuentra en otro tipo de limbo?

Vergüenza.

¡Qué tal!

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