• Las matan y encostalan por andar con casados
  • Obispo pide al narco tregua para Navidad 

SÓLO EN MÉXICO

Brenda Fonseca 

Dicen que como los mexicanos no hay dos y es que mientras muchos ya están pensando en la cena de Noche Buena, sí de aquella que muchos definen como Noche de Paz, otros más bien anhelan una noche en paz, tanto que el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, hizo un llamado a los grupos criminales en Huitzuco, Guerrero, para que pacten una tregua navideña, tal y como se ha logrado concretar en otras ocasiones en diversas partes del mundo. Lo cierto es que, en Huitzuco de Los Figueroa, tal cual se llama este lugar y esto no es choteo, pues ya lo dijo el ex gobernador Rubén Figueroa, por allá de los años 70: “Yo no soy de Huitzuco, Huitzuco es mío”. Pero las cosas cambian y hoy medio siglo después, Huitzuco es tierra de nadie, pues se la disputan por lo menos tres grupos criminales, los cuáles a decir del Obispo Salvador Rangel, exigen a los presidentes municipales de este lugar, así como de los municipios de la zona norte, dinero del presupuesto, de por sí, insuficiente para resolver las necesidades de estas comunidades. Por ello, Rangel Mendoza se ofreció como intermediario, debido a que esta situación también alcanza a la Iglesia, ya que hace unas semanas, un grupo armado le robó su camioneta al sacerdote de la comunidad de Tepecuacuilco. Veremos si Rangel lo logra, hacemos votos para que así sea. Paz en Huitzuco para los hombres de buena voluntad. **** Sí, paz, para los integrantes del campamento Tortuguero Boca Barra, de playa de Santa María Colotepec, Oaxaca, quienes han recibido amenazas de muerte por grupos armados, sólo por ser los guardianes de este quelonio, al impedir el saqueo de sus nidos y evitar así su exterminio. Pero esto no es nuevo, los ataques comenzaron en 2019, cuando un grupo de malhechores destruyó y quemó un campamento tortuguero cerca de Puerto Escondido, ataque en el que dos guardianes fueron levantados, y aunque horas más tarde fueron liberados, sus cuerpos aún tienen las cicatrices que dejaron las quemaduras de segundo grado que les causaron. Tras estos ataques, las amenazas y la pandemia, de los 197 guardianes de tortugas, solo quedan 26, quienes noche a noche recorren en cuatrimoto y otras tantas a pie, los más de 6 kilómetros de playa, en busca de resguardar las nidadas; en la mayoría de las ocasiones lo hacen bajo el amparo de la noche, con el único objetivo de conservar a la tortuga golfina, sin importar que salvar la vida de estos habitantes del mar, les pueda costar la existencia. Que ironía, que quienes están en pro de la vida, corran más peligro que quienes trafican con estos animales y sus huevos. **** “¡Mira por esta que yo no fui!” es la clásica que los mexicanos dicen para asegurar que son más inocentes que un niño de pecho, pero miré que echarle la culpa al perro por el delito de violación, para defender a su pareja, eso sí rebasa los límites, pero tal cual sucedió. Fue el fin de semana pasado cuando Adriana Bautista llevó a su hija de 9 años de edad a un hospital de la alcaldía Tláhuac, en la Ciudad de México, debido a que la menor había sido abusada por su perro; ante lo poco creíble de su declaración, el personal médico dio parte a las autoridades para que investigaran el caso. En tanto, los representantes del orden llegaban al nosocomio, la pequeña fue atendida, proceso en el que no sólo se confirmó el abuso sexual, sino que además se informó que la pequeña víctima estaba en malas condiciones; actualmente se desconoce su estado de salud. Lo que sí trascendió, es que Adriana Bautista dijo semejante barbaridad para encubrir a su pareja sentimental, pero este hombre de quien se omite su nombre, fue puesto a disposición de la autoridad como parte de las investigaciones, en tanto, la mascota de esta familia, también será sometido a estudios para esclarecer el supuesto ataque sexual. Ante tal caso, la indignación de la sociedad no se dejó esperar por lo que se multiplicaron los llamados para que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como las protectoras de animales intervengan y es que sólo quien no conoce la fidelidad, nobleza y gratitud de los animales, podría creer esto. **** ¿Qué pasó con esos “acuerdos” que hacían las socias, en el clásico, tú lavas y yo plancho? ¿Dónde quedaron esos pactos de civilidad entre la esposa y “aquellita”? Y es que los cuerpos de dos mujeres fueron hallados encostalados y con la leyenda: “Por andar con casados”. La noche del miércoles, automovilistas que transitaban por la carretera que conduce a la inspectoría San Miguel Espejo de la capital de Puebla, reportaron la presencia de dos bultos a un costado del camino, por lo que policías municipales llegaron minutos después al punto referido, sólo para confirmar la presencia de dos cadáveres, por lo que fue necesaria la presencia de peritos forenses, quienes concluyeron las diligencias de los levantamientos de los cuerpos en las primeras horas del jueves 2 de diciembre, en un crimen con tinte pasional. Y bueno, estas mujeres terminaron encostaladas por andar de “cuscas”, por no respetar al hombre de la prójima. Ya lo dice un amigo: “Pórtate mal, cuídate bien”. **** En fin, esto pasa SÓLO EN MÈXICO. 

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