
Por José Sobrevilla
“Cuando nos encontremos en un mal momento, cuando hayamos apurado hasta las heces nuestra capacidad de sufrimiento y sintamos que la vida es una herida infinita, abierta y abrasadora; cuando respiremos el aire de la desesperación y hayamos muerto mil veces de desesperanza. Entonces, cuando solos y desamparados miremos la vida desde el dolor y ya no la comprendamos en toda su salvaje y hermosa crueldad, cuando ya no esperemos nada, entonces estaremos por fin preparados para oír la música de este poeta terrible y maravilloso que es Dostoyevski”[1], decía Hermann Hesse.
Sin duda, tan cierto era que, el propio Nietzsche llegó a escribir que Dostoyevski era “el único psicólogo, por cierto, del cual se podía aprender algo, es uno de los accidentes más felices de mi vida”; o bien lo que Ortega y Gasset escribiría: “En tanto que otros grandes declinan, arrastrados hacia el ocaso por la misteriosa resaca de los tiempos, Dostoyevski se ha instalado en lo más alto”.
Pero ¿quién era ese tal Fiódor Dostoyevski?
Fue el segundo de los siete hijos del matrimonio formado por Mijaíl Andréievich Dostoievski y María Fiódorovna Necháyeva, quien en 1837 murió de tuberculosis. Su padre un médico de carácter despótico y brutal, fue quien lo habría educado, pero al quedar viudo se entregó al alcohol y envió finalmente a sus hijos, Fiódor y Mijaíl a la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven Fiódor se apasionara por la literatura y desarrollara sus cualidades de escritor.
Cuando murió su padre, torturado y asesinado por un grupo de campesinos (Los siervos mancomunados de Mijaíl Dostoyevski (hidalgo de Darovóye), enfurecidos tras uno de sus brutales arranques de violencia provocados por el alcohol, lo habían inmovilizado y obligado a beber vodka hasta que murió ahogado)[2], Fiódor estuvo cerca de perder la razón, ya que sintió ese crimen como suyo, porque –inconscientemente– había llegado a desear su muerte. En aquella época tenía apenas 18 años y, a los veinte, al terminar sus estudios; decidió entonces permanecer en San Petersburgo, donde ganó algún dinero realizando traducciones.
Sigmund Freud, en un artículo publicado en 1928 titulado “Dostoyevski y el parricidio”, señalaría que este sentimiento de culpa fue la causa de que se intensificara su problema de epilepsia, enfermedad que supo utilizar para librarse de una condena vitalicia a servir en el ejército en Siberia.
En 1843 Dostoyevski terminó sus estudios de Ingeniería y, después de adquirir el grado militar de subteniente, se incorporó a la Dirección General de Ingenieros en San Petersburgo. Cuando en 1844 Honoré de Balzac visitó San Petersburgo, Dostoyevski decidió traducir “Eugenia Grandet” para saldar una deuda de 300 rublos con un usurero.
A raíz de esta traducción fue que se despertó su vocación literaria, y poco después de terminarla pidió la suspensión temporal del ejército con la idea de dedicarse exclusivamente a la literatura. En 1845, dejó el ejército y empezó a escribir la novela epistolar “Pobres gentes”, que le proporcionaría sus primeros éxitos de crítica, el reconocimiento especialmente de Visarión Belinski (crítico literario, periodista, lingüista y filósofo ruso de tendencia occidentalizante).
Fiódor fue condenado a muerte en 1849 por su colaboración con determinados grupos liberales y revolucionarios. Momentos antes de la hora fijada para su ejecución, fue Indultado, pero estuvo cuatro años en un presidio de Siberia, experiencia que relataría más adelante en “Recuerdos de la casa de los muertos”. Obra que le devolvió la celebridad, y le ayudó para la redacción de su siguiente obra, “Memorias del subsuelo” (1864), en la que se inspiró también en su experiencia siberiana. Soportó la muerte de su mujer y de su hermano como una fatalidad ineludible y, en 1866 publicó “El jugador”; además de la primera de la serie de grandes novelas que definitivamente lo consagraron como uno de los mayores genios de su época, “Crimen y castigo”.
Presionado por sus acreedores, Fiódor abandonó Rusia y viajó indefinidamente por Europa (Berlín, París, Londres, Ginebra, Turín, Florencia y Viena) con su nueva y joven esposa Ana Grigorievna y, en uno de esos viajes, su esposa dio a luz una niña que moriría pocos días después, lo cual sumió nuevamente al escritor en un profundo dolor. A partir de ese momento sucumbió a la tentación del juego y sufrió frecuentes ataques epilépticos.
Tras nacer su segundo hijo, elevó su ritmo de trabajo y llegó a publicar obras como “El idiota” (1868) o “Los endemoniados” (1870), que le proporcionaron una gran fama y la posibilidad de volver a su país, donde fue muy bien recibido. En ese contexto emprendió la redacción de “Diario de un escritor”, obra en la que se erige como guía espiritual de Rusia y reivindica un nacionalismo ruso articulado en torno a la fe ortodoxa y opuesto al decadentismo de Europa occidental, por cuya cultura no dejó, sin embargo, de sentir una profunda admiración.
Dostoyevski murió de una hemorragia pulmonar asociada a un enfisema y a un ataque epiléptico en su casa de San Petersburgo, un 9 de febrero de 1881. Fue enterrado en el cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Alejandro Nevski, en San Petersburgo. En su lápida sepulcral puede leerse el siguiente versículo de San Juan, que sirvió también como epígrafe de su última novela, “Los hermanos Karamázov”: En verdad, en verdad os digo que, si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere produce mucho fruto. Evangelio de San Juan 12:24.
Le sobreviven frases como: “El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías”; “El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive”; “Hay que querer hasta el extremo de alcanzar el fin; todo lo demás son insignificancias”; o bien “Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos”; “Es mejor equivocarse siguiendo tu propio camino que tener razón siguiendo el camino de otro”; “Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama”.
Antes de cerrar este extracto de la vida del gran Fiódor, quiero decirles que su hija Aimeé Dostoievski, Liubov, su verdadero nombre, contaba que había un poema que hacía llorar de emoción al gran escritor. Se trata de “El caballero pobre” de Aleksandr Pushkin, y en la biografía dedicada a su padre “Vida de Dostoievski por su hija”, narraba que, cuando lo leía, “su rostro se transfiguraba, su voz temblaba, sus ojos se velaban de lágrimas. ¡Padre querido! ¡Era su propia biografía la que nos leía en aquel poema! También él era un caballero pobre, sin miedo y sin tacha, que combatió toda su vida por las grandes ideas. También él tuvo una visión celeste, pero no fue la Virgen la que se le apareció: fue Cristo el que le salió al encuentro en el presidio y le hizo seña de que le siguiera…”[3]
“Era un pobre caballero/silencioso, sencillo, de rostro severo y pálido, de alma osada y franca. Tuvo una visión, una visión maravillosa que grabó en su corazón una impresión profunda. Desde entonces le ardía el corazón; apartaba sus ojos de las mujeres, y ya hasta la tumba no volvió a hablar a ninguna. Púsose un rosario al cuello, como una insignia, y jamás levantó ante nadie la visera de acero de su casco. Lleno de un puro amor, fiel a su dulce visión, escribió con su sangre A.M.D. sobre su escudo. Y en los desiertos de Palestina, mientras que entre las rocas los paladines corrían al combate invocando el nombre de su dama, él gritaba con exaltación feroz: ¡Lumen coeli, sancta Rosa! Y como el rayo, su ímpetu fulminaba a los musulmanes. De regreso a su castillo lejano, vivió severamente como un recluso, siempre silencioso, siempre triste, muriendo por fin demente”[4].
Elaborado con información de:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/dostoievski.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Fi%C3%B3dor_Dostoyevski
https://www.semana.com/agenda/articulo/aleksandr-pushkin-poeta-autor-de-el-caballero-pobre/62003/
[1] https://www.libertaddigital.com/opinion/fin-de-semana/fiodor-dostoievski-sufro-luego-existo-1276232153.html Consultado el 20.10.2021
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Fi%C3%B3dor_Dostoyevski Consultado el 20.10.2021
[3] https://narrativabreve.com/2014/02/poema-pushkin-el-caballero-pobre.html
[4] https://www.semana.com/agenda/articulo/aleksandr-pushkin-poeta-autor-de-el-caballero-pobre/62003/ Consultado el 20.10.2021.