
Por José Sobrevilla
Apasionante; ideal para los amantes de la lectura fina, el dato riguroso y la anécdota oportuna es el reciente libro “El yo prohibido” donde el periodista Elías Chávez y García narra puntos importantes de sus publicaciones tanto de la Revista Proceso como de otros medios donde ha ejercido su periodismo. En el prólogo, escrito por el también colega José Reveles, analista de temas de seguridad, nos dice que este libro, más que una invitación, es una provocación abierta y “una incitación a correr junto con el autor la aventura de recordar pasajes periodísticos que están ahí esperando ser revividos en el análisis, con un espíritu renovado, con la mente abierta a todas las preguntas, las de entonces y las de ahora mismo”[1]. En efecto, cada anécdota (contada en segunda persona), nos remite a varios momentos de la vida del país, desde la visión periodística de Elías, con su contexto se funden con el contexto de lo que en su momento fue nota.
La entrevista la pactamos en el restaurante de nuestra amiga emprendedora Irma Palacios Carrillo (“Verde tentación”[2]) en la colonia Tlacoquemecatl Del Valle; la única incomodidad fue la contaminación de ruido por el constante paso de los aviones, ya que la realizamos en un espacio abierto. Para esta ocasión invitamos al periodista Raúl Fraga, de gran trayectoria periodística, y quien ha seguido el trabajo de Elías Chávez, y sumado a su persona la vivencia de varias etapas del periodismo, y con quien –este corresponsal– ha desarrollado grandes proyectos profesionales en el ramo.
– ¿Por qué “El yo prohibido”?
– Vicente Leñero, el gran periodista, decía a los reporteros –cuando estábamos en la Revista Proceso– y le presentaban la información, en la cual el periodista pretendía ser protagónico de la nota, (yo hice, yo vi, yo planee…) y además opinaba; lo detenía siempre expresándole: “Quiero información”, “Tú, no existes”, “No me digas qué debo pensar”. “Dame hechos, para que yo piense por mí mismo”. “Tu opinión no me interesa”; entonces, el “yo prohibido”, lo utilizo con el permiso del maestro Leñero, y esta vez, ahora sí, voy a ser protagónico porque nunca en mi vida de periodista usé la palabra “yo”, siempre en tercera persona. Aquí, en cambio, sin llegar a hablar en primera persona, sí lo hago en segunda, que es la forma en que redacté este libro.
– Es fundamental esa norma del periodismo de “nunca ser la noticia” y siempre “dar la información”
– Es importante lo que dices, porque cuando el periodista es noticia, es mala noticia, como malas noticias tenemos ahora con tanta frecuencia cuando los periodistas son agredidos, acosados, vilipendiados, secuestrados, censurados, incluso asesinados…
Respecto a la trayectoria de Elías Chávez, podemos decir que ha sido egresado de la carrera de periodismo en la Escuela Carlos Septién García (1963), y en 1970 participó en Quito, Ecuador, en los cursos del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina, con una beca que le habría otorgado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Ha sido reportero de la Agencia Mexicana de Servicios Informativos, AMSI, así como de El Universal y del Excélsior, lugar donde renunció el 8 de julio de 1976.

Junto con Julio Scherer y Vicente Leñero, Elías fue cofundador de la Revista Proceso, lugar donde hasta febrero de 2001 fue reportero, cuya editorial, Proceso Libros, ha sido la que le editó el libro que hoy le presentamos.
Para esta entrevista invitamos al periodista Raúl Fraga, quien además de haber sido director del Sistema Michoacano de Radio y Televisión, ha ejercido sus oficios como director de comunicación para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Policía Auxiliar de la Ciudad de México; aparte de haber sido el creador del primer Diplomado sobre Seguridad Pública en el país.
RF – ¿Cuál es tu reflexión sobre las transformaciones registradas en la época de oro del periodismo mexicano y la llegada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, la llamada era del periodismo digital?
– Para mal, porque lo que ahora ha cambiado con el periodismo digital es que no se cumplen las normas periodísticas. Es muy fácil mentir, engañar difundiendo información falsa de los llamados “periodistas”, porque hay muchos que, por desgracia, al usar los medios digitales, mienten sin ningún recato. Con esto no quiero decir que esté en contra del llamado ‘periodismo digital’. Por el contrario, Sería una torpeza increíble hacerlo; debemos aprovecharlo siempre; y qué bueno que exista esta ‘nueva forma de hacer periodismo’. Digo “nueva forma” porque pienso que el periodismo sigue siendo el mismo en esencia; lo que cambia son las maneras de transmitirlo, de comunicar, y los instrumentos para lograrlo.
RF – ¿Cómo ves la relación entre el poder político y el poder mediático, en una etapa en donde hay confrontación sistemática a través de la mañanera?
– Yo veo con tristeza que todos los días el presidente López Obrador agrede a los periodistas. Desafortunadamente esta es una actitud muy similar a la que practican todos los países autoritarios; donde el gobernante, cuando los medios le demuestran su ineptitud, su incapacidad para cumplir con su obligación, éste opta por criticar a los comunicadores, “ellos son culpables de su incapacidad”; actitud que por desgracia termina envileciendo la investidura presidencial.
RF – Habría que reflexionar sobre la crisis múltiple que impacta a los medios de comunicación, y que tiene que ver con la falta de credibilidad, frente a una sociedad cada vez más reflexiva y con más participación, pero también hay un ángulo de grave crisis financiera para los medios. ¿Cuál es tu reflexión?
– La crisis económica está generalizada a los medios de comunicación, incluso para medios oficiales y oficiosos, que son los que reciben las mayores aportaciones por publicidad del gobierno. Pese a ello, esos medios tienen crisis económicas. Todo esto afecta a nuestro gremio: salarios bajos, despidos, excesivas cargas de trabajo con poca paga…
Otros medios no se han actualizado, en “El yo prohibido” [3] menciono que uno de los diarios más prestigiosos, The New York Times, su gerente aseguraba el año pasado, en entrevista, que dentro de diez años era muy probable que dejara de aparecer su versión impresa. Sería sustituida por la digital. También aseguró que, en el último trimestre, sus ingresos habrían sido mayores en su versión web que en la impresa.
RF – Meses antes de la pandemia, de acuerdo a los datos del doctor Javier Estenieu, académico conocedor a fondo del mundo de los medios de comunicación, decía que en México operaban 1022 escuelas de periodismo. Hoy, después del Covid-19, una gran cantidad de ellas habrán sucumbido ante los embates económicos por la emergencia de salud, ¿qué mensaje le podrías dar a los jóvenes que se interesan en la ruta de los medios de comunicación?
– No acostumbro dar consejos, pero permíteme nomás decir dos características que supongo debe tener quien pretende ser periodista: aptitud y vocación. Por desgracia proliferan las escuelas de comunicación, donde algunos de sus maestros ni siquiera han conocido la redacción de un periódico. No están capacitados para dar clases de periodismo; pero al margen de esto, hay un dicho, cuando los jóvenes están encaminándose para el futuro, “Si no tienes vocación, estudia comunicación”.
Agregaría este corresponsal: o como aconsejaba, cuando era niño, la abuela a un amigo de Orizaba, Veracruz: “Estudia, porque sino terminarás siendo periodista”.
Eso es una tragedia porque miles de jóvenes egresan cada año de estas escuelas y ¿a dónde van?, no hay ofertas de trabajo. Al contrario, muchos de esos medios están cerrando. De alguna manera los promotores o directores de esas escuelas están cometiendo un fraude, por su irresponsabilidad de no prever qué va a pasar con tantos jóvenes egresados de las escuelas de periodismo.
RF – El periodismo político ha sido visto como un verdadero “contrapoder” frente a los excesos de la clase política. ¿Cuál es tu reflexión?
– El periodista debe servir a la sociedad fundamentalmente, no a ningún poder ya sea político, económico, cultural, eclesiástico… Cuando se dice “periodismo crítico”, considero que es una redundancia, porque el periodismo es crítico por naturaleza. O es crítico o no es periodismo, de lo contrario es publicidad, propaganda. Lo malo es que muchos periodistas, por desgracia algunos viejos amigos míos, se han quitado ya la cachucha de periodistas y se han puesto la de propagandistas.
El prólogo de este libro lo escribió José Reveles, un periodista sumamente reconocido y a lo que el periodista Raúl Fraga señala –por su pertenencia–, que el propio Elías Chávez propone la fundación de nuevos gremios periodísticos como fue la Unión de Periodistas Democráticos, UPD, donde Miguel Ángel Granados Chapa, José Reveles y muchos grandes de la comunicación fomentaron el buen periodismo. “Mi reconocimiento para Pepe Reveles, que es un periodista excepcional. Tengo el privilegio de que me haya redactado un prólogo de lujo, además de que es un amigo entrañable”, aseguró Elías Chávez en entrevista.
El libro empezó a circular apenas este lunes 11 de octubre y la primera presentación fue realizada el viernes 8 de este mes, en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, donde estuvieron presentes Pepe Reveles y Rafael Rodríguez Castañeda, quien ahora está encargado de la edición de libros de Editorial Proceso.
“Si algo pretendo con este libro, es recuperar, fortalecer, el orgullo de ser periodista, en especial el orgullo de ser reporteros… como decía Vicente Leñero, si alguien merece el título, de ‘periodista’, es el reportero”, Concluyó Elías Chávez y García.
[1] Elías Chávez, El yo prohibido, página 13
[2] https://goo.gl/maps/LktUSttuVF1NPZYT8
[3] https://www.peruebooks.com/ebook/0555561/el-yo-prohibido