• Gobernador da jugoso bono a funcionarios 
  • No dejó de comer, aunque lo asaltaran   

Brenda Fonseca  

Dicen que como los mexicanos no hay dos y es que estamos en época de transición de poderes; gobernadores y presidentes municipales entre otros, preparan maletas, aunque en la mayoría de los casos es la mudanza completa. Y sí, ya se van, a unos se les va a extrañar, tanto que la gente ya pide que regresen “pero lo que se llevaron” y se llevarán, pues ya es tradición que al término de los mandatos aplican aquella del “Año de Hidalgo” y cargan hasta con el perico, dejando en muchas ocasiones los edificios sin una silla, ni pa’ que se siente el nuevo alcalde; no en vano, el gobernador electo de Zacatecas, David Monreal suplicó a la administración actual: “No se lleven ni un lápiz”; pero ni se preocupe futuro gobernador, porque de que le van a heredar algo, le van a heredar; eso sí, lo que va a encontrar secas, no son las presas, sino las arcas, pues ya se supo que Alejandro Tello Cristerna, actual gobernador de dicha entidad, otorgó bono de fin de sexenio a su equipo de trabajo, entre los que figuran secretarios, subsecretarios y directores, entre otros, ello “en virtud de los logros obtenidos, reflejados en los diferentes indicadores de eficiencia y eficacia en el servicio público, atendiendo a los principios de austeridad, racionalidad y disciplina financiera”. Y con este discurso del gobernador priista, hasta nos hace sentir que en México tenemos a los mejores funcionarios del mundo, pues mire que reconocerlos con un bono de 120 a 150 salarios, esto es de 300 a 500 mil pesos, acorde a su sueldo, según consta en Órgano Oficial del Gobierno del Estado. Así que mi estimado gobernador electo, ya vio que si le van a dejar y mucho, pues con todo y austeridad, el propio mandatario estatal, Alejandro Tello reconoció una deuda de 600 millones de pesos y 40 millones de pesos de intereses; pero eso no es todo, la saliente administración priista le heredará pasivos en el orden de 207 millones de pesos de Impuesto Sobre la Renta; 227.5 millones de pesos por fideicomisos; 75 millones de pesos que se adeudan a proveedores y 150 millones de pesos a contratistas, entre otros. Por lo demás, ni se preocupe David Monreal, gobernador electo de Zacatecas, porque le dejarán una lapicera completa, con todo y sacapuntas y goma, por si se equivoca a la hora de irle restando tanta deuda al presupuesto estatal. **** ¡Y se hizo justicia! Luego de permanecer un mes tras las rejas, Óscar “N”, de 47 años, fue puesto en libertad, pese haber asesinado a su yerno. Y es que sí, lo acuchilló, pero con la misma arma blanca con la que este sujeto pretendía matar a su hija. El 30 de mayo pasado, y sin importarles la pandemia por Covid19, don Oscar y su familia organizaron una pachanga en su casa de la colonia San Miguel Hueyotlipan, en la capital poblana; pero ya sabrán, al calor de las copas termina uno siendo el mejor amigo o el peor enemigo, y fue entonces cuando al hoy occiso se le vino a la memoria todas las cosas que le ha hecho su mujer, así que agarró el cuchillo que se tenía listo para la taquiza y con este intentó quedar “autoviudo”; al ver esto, a Óscar no le importó terminar el resto de sus días en la cárcel, con tal de salvarle la vida a su retoño, así que tras un forcejeo, acuchilló a su yerno con la misma arma con la que pretendió asesinar a su hija. Lejos de huir, Óscar esperó a que llegara la autoridad para entregarse. A un mes del lamentable suceso, Óscar salió del Centro de Justicia Penal de Puebla, luego de que el veredicto del juez fue que actuó en legítima defensa, por lo que ordenó de manera inmediata su liberación, comprobando con ello, lo mucho que hace falta que las leyes y los impartidores de justicia se humanicen y sensibilicen ante casos tan peculiares como éste. **** “¡Llévate el celular, pero no mis alitas!” Fue el clamor del comensal de un pequeño restaurant de Nuevo León, cuando un hampón le apuntó directamente a la cabeza, al tiempo que el cliente no dejaba de comer, mientras lo asaltan. Y que se la cumple el delincuente, pues mientras lo encañonaba, le quitó su celular, ¡Ah, pero eso sí!, el afectado seguía saboreándose sus alitas al carbón, tan rico, pero tan rico, que hasta al mismo hampón se le antojó y además del celular le robó una alita, lo cual enojó más al afectado que el hecho de que lo hubiese despojado de su teléfono. Lo que son las cosas, lejos de que este hecho espantara a la clientela, los dueños atrajeron a más, ya que se le ocurrió como slogan publicitario: “¡Tan ricas, que no dejarás de comerlas, aunque te estén asaltando!” **** En fin, esto pasa SOLO EN MÉXICO.

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